Ropa, coches, casas, joyas, perros, gatos, móviles, regalos,
libros, novios, novias… Sea lo que sea,
siempre lo querremos si no está a
nuestro alcance. Y es una terrible obsesión que te quema por dentro, el querer
tener algo que no tienes y que ansías con fuerza, algo que no has tenido nunca
y que por circunstancias externas, no puedes conseguir.
En mi caso, yo quiero a alguien que me acompañe en esos
momentos en los que me siento vacío y solo, en esos momentos en los que ni los
amigos ni la familia te llenan porque ellos no te pueden dar lo que ese alguien
podría darte. Yo quiero a alguien que en invierno venga a mi casa para meterse
conmigo en una mantita y ver juntos una peli mientras fuera, en la calle,
llueve a mares. Alguien a quien con tan solo una mirada pueda contar todas mis
penas o todas mis alegrías. Alguien que haga de mi vida simple algo
extraordinario, que me haga sentir especial, que me haga sentir el hombre más
afortunado del planeta. Alguien que me haga saber que tantos años de espera han
valido la pena, que no he vivido una adolescencia solitaria para nada. Alguien
para dar envidia a la gente, ¿por qué no? Y ya de paso, si quiero a alguien,
qué menos que ser correspondido.
Hoy vuelvo al blog para decir a todo el mundo que lo que
quiero no es algo raro, ni algo difícil de conseguir. Hoy vuelvo para poder
transmitir mis sentimientos y pensamientos a quien los quiera leer. Porque si
alguna vez ha habido alguna persona que se haya interesado por ello, aunque
solo sea una, esa persona no merecía que dejara el blog ni que dejara de
abrirme a las palabras. Hoy vuelvo para quedarme le pese a quien le pese.
Me alegro de que hayas vuelto :):) .Respecto a lo que dices en tu entrada, decirte que todo llega y tienes que pensar en lo positivo que te rodea y en lo que tienes en ese momento, pues el futuro es incierto para todos.TODO LLEGA EN EL MOMENTO IDONEO.
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